Tras su implantación, se realizaron varios estudios para determinar si su ejecución era eficaz. Los resultados indicaron que la mayoría de los encuestados desconocían las ingestas recomendadas, no entendían el significado de los valores indicados por el sistema y no lo utilizaban para hacer sus compras. Además, al interrogar a estudiantes de nutrición de pregrado, la mayoría no pudo interpretar el sistema correctamente[2] Debido a esto, la Secretaría de Salud buscó alternativas al sistema. En 2016, Chile publicó un sistema simplificado de etiquetado de alimentos, que inspiró la creación de un sistema similar para México.
En 2020, el sistema fue reelaborado y actualizado con el Sistema de Etiquetado Frontal de Alimentos y Bebidas (SEFAB) que fue desarrollado e implementado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP)[3] En 2020, las normas de etiquetado se aplicaron al 85% de los productos alimenticios consumidos en México,[4] uno de los países más obesos del mundo (ver Obesidad en México).
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Tras su implantación, se realizaron varios estudios para determinar si su ejecución era eficaz. Los resultados indicaron que la mayoría de los encuestados desconocían las ingestas recomendadas, no entendían el significado de los valores indicados por el sistema y no lo utilizaban para hacer sus compras. Además, al interrogar a estudiantes de nutrición de pregrado, la mayoría no pudo interpretar el sistema correctamente[2] Debido a esto, la Secretaría de Salud buscó alternativas al sistema. En 2016, Chile publicó un sistema simplificado de etiquetado de alimentos, que inspiró la creación de un sistema similar para México.
En 2020, el sistema fue reelaborado y actualizado con el Sistema de Etiquetado Frontal de Alimentos y Bebidas (SEFAB) que fue desarrollado e implementado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP)[3] En 2020, las normas de etiquetado se aplicaron al 85% de los productos alimenticios consumidos en México,[4] uno de los países más obesos del mundo (ver Obesidad en México).
¿Qué significa sellos en español?
El consumo excesivo de azúcares, grasas y sodio es un problema de salud pública que se asocia a las enfermedades no transmisibles que más afectan a la población: sobrepeso u obesidad, diabetes, hipertensión arterial y enfermedades vasculares, cardíacas y cerebrales y renales.
La hipertensión arterial, los niveles elevados de azúcar en sangre en ayunas (medidos como glucosa plasmática en ayunas) y el sobrepeso/obesidad son los tres principales factores de riesgo de mortalidad en las Américas. La alimentación poco saludable está estrechamente vinculada a estos tres principales factores de riesgo en las Américas, impulsada en gran medida por la ingesta excesiva de azúcares, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio, que se denominan «nutrientes críticos» de interés para la salud pública.
La ingesta excesiva de estos nutrientes ha sido impulsada en gran medida por la disponibilidad generalizada, la asequibilidad y la promoción de productos alimenticios procesados y ultraprocesados que son excesivos en azúcares, grasas y sodio.
Una parte esencial de la solución requiere el uso de leyes y reglamentos para reducir la demanda y la oferta de productos que contienen cantidades excesivas de nutrientes críticos. Una de las herramientas políticas clave para regular estos productos y evitar que desequilibren las dietas es el uso del etiquetado en la parte delantera del envase (FOPL) para indicar a los consumidores qué productos contienen cantidades excesivas de azúcares, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio.
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La normativa mexicana exige que se declaren en la etiqueta las calorías, las proteínas, las grasas, las grasas saturadas, las grasas trans, los hidratos de carbono, el azúcar, el azúcar añadido, la fibra dietética y el sodio. Esta es la etiqueta estándar que se muestra en español y bilingüe español-inglés.
Puede elegir mostrar dos columnas de información en la etiqueta: Datos nutricionales por 100 mg o mL y por envase o por porción. A continuación se muestran las etiquetas de doble columna por porción y doble columna por envase.
La normativa mexicana exige que declare las calorías, las proteínas, las grasas, las grasas saturadas, los hidratos de carbono, la fibra alimentaria y el sodio. Aquí se muestran algunos ejemplos de etiquetas que puede crear con el módulo de etiquetas de México.
