¿Qué pasa si una embarazada come queso con leche cruda?

Beber leche en el tercer trimestre del embarazo

Los cambios en el sistema inmunitario de las mujeres embarazadas suponen un mayor riesgo para ellas mismas, sus hijos no nacidos y sus recién nacidos de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos. Estas enfermedades pueden agravarse durante el embarazo y provocar un aborto o un parto prematuro. Algunas enfermedades de origen alimentario, como la Listeria y el Toxoplasma gondii, pueden infectar al feto aunque la madre no se sienta enferma. Por ello, los médicos proporcionan a las mujeres embarazadas directrices específicas sobre los alimentos que deben y no deben comer.

Las mujeres embarazadas o que puedan quedarse embarazadas -así como las madres lactantes y los padres de niños pequeños- deben tomar decisiones informadas en lo que respecta al marisco. El pescado es una fuente de proteínas de alta calidad, minerales y vitaminas que son beneficiosas para la salud en general. Sin embargo, es importante elegir un pescado que sea seguro de comer y que ofrezca beneficios para la salud. Siga los consejos de la FDA y la EPA sobre el consumo de pescado utilizando esta tabla y una serie de preguntas y respuestas frecuentes para elegir opciones saludables y seguras.

Qué mezclar en la leche durante el embarazo

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), entre 1993 y 2012 se produjeron 127 brotes vinculados a la leche cruda o a productos lácteos crudos como el helado, el queso blando o el yogur. Dieron lugar a 1.909 enfermedades y 144 hospitalizaciones. Los CDC señalan que la mayoría de las enfermedades transmitidas por los alimentos no forman parte de brotes reconocidos, y que por cada enfermedad notificada se producen muchas otras.

La leche cruda es la leche de vaca, oveja y cabra -o de cualquier otro animal- que no ha sido pasteurizada para eliminar las bacterias dañinas. La leche cruda puede ser portadora de bacterias peligrosas como Salmonella, E. coli, Listeria, Campylobacter y otras que causan enfermedades de transmisión alimentaria, a menudo llamadas «intoxicaciones alimentarias».

Estas bacterias pueden perjudicar gravemente la salud de cualquiera que beba leche cruda o coma productos elaborados con ella. Sin embargo, las bacterias de la leche cruda pueden ser especialmente peligrosas para las personas con sistemas inmunitarios debilitados (como los pacientes trasplantados y las personas con VIH/SIDA, cáncer y diabetes), los niños, los adultos mayores y las mujeres embarazadas. De hecho, los CDC consideran que las enfermedades transmitidas por los alimentos procedentes de la leche cruda afectan especialmente a los niños y los adolescentes.

Cuándo empezar a tomar leche durante el embarazo

No es seguro beber leche cruda (sin pasteurizar) ni comer nada hecho con leche cruda durante el embarazo. Esto incluye el yogur, el queso de pasta blanda y el helado, así como la leche de cualquier animal, incluidas las vacas, las ovejas y las cabras.

Cuando la leche se pasteuriza, se calienta a una temperatura elevada para matar las bacterias dañinas. Como la leche cruda no se esteriliza de este modo, puede contener gérmenes peligrosos, como E. coli, Salmonella y Toxoplasma. Uno de los más preocupantes es la Listeria, que puede causar una infección llamada listeriosis.

La listeria es una de las principales causas de muerte por intoxicación alimentaria en Estados Unidos, y las mujeres embarazadas son mucho más susceptibles a ella que el resto. La listeriosis puede provocar abortos, partos muertos y partos prematuros, y puede ser mortal para los recién nacidos.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) y el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) recomiendan a las mujeres embarazadas que no beban leche sin pasteurizar ni consuman alimentos elaborados con ella.

Algunos estados prohíben la venta de leche cruda, y la mayoría de los demás la restringen a la venta directa en las granjas. Pero varios estados permiten que las tiendas vendan leche cruda con etiquetas de advertencia. Y en algunos estados, puedes encontrar queso elaborado con leche cruda en las estanterías de las tiendas y en los mercados de agricultores, por lo que es mejor comprobar en la etiqueta la palabra «pasteurizado» antes de comer cualquier queso blando (que no sea queso comercial como el queso crema, el requesón y la mozzarella procesada).  El queso duro contiene menos humedad que el queso blando, lo que reduce las probabilidades de que se desarrollen bacterias potencialmente peligrosas, aunque esté hecho con leche no pasteurizada.

Leche fresca para embarazadas

Las mujeres pueden seguir comiendo queso durante el embarazo, pero deben evitar los quesos blandos, semiblandos y azules, que pueden contener Listeria monocytogenes, una bacteria causante de la listeriosis.La Listeria no aparece de forma natural en la leche o el queso; en cambio, su presencia indica una contaminación de la materia prima (leche) o del entorno (equipos de fabricación de queso o zonas de maduración). Tomamos todas las precauciones necesarias para garantizar que nuestros quesos cumplen con las normas de seguridad más estrictas para minimizar este riesgo, pero aconsejamos a las clientas embarazadas o inmunodeprimidas lo siguiente:

La mejor manera de consumir queso de forma segura durante el embarazo es evitar los quesos en los que pueda crecer la Listeria. El hecho de que el queso esté pasteurizado o crudo no es un factor relevante porque la contaminación puede producirse después del punto de pasteurización, por ejemplo, a través de la contaminación ambiental.

Si visita nuestras tiendas, es posible que haya más quesos aptos para el consumo durante el embarazo en nuestro mostrador. Los perfiles de edad varían, por lo que recomendamos hablar con su quesero y pedirle consejo. Como directriz general, consideramos que un queso «envejecido» y, por tanto, «seguro para el consumo» tiene una maduración mínima de seis meses.